Intolerancia Religiosa

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Intolerancia Religiosa
Intolerancia Religiosa
Por: Leonardo Sánchez Colchado

Como señala Jaime Cordero Cabrera (Más gasolina para el fuego islámico) cualquier persona con un mínimo de conocimiento de lo que es capaz de hacer el integrismo musulmán sabe que usar a Mahoma como blanco de sátiras es, como mínimo, una peligrosa provocación. Es el caso de la película “La inocencia de los musulmanes”, que generó una serie de manifestaciones que acabaron con 30 personas muertas. A ello se suma la publicación de las caricaturas de Mahoma en el semanario francés Charlie Hebdo, que ha puesto en riesgo la seguridad de la propia editora. Nada justifica un estallido de violencia, pero tampoco justifica crear las condiciones para que esta se produzca y, en ese sentido, los extremistas del islam están ávidos de pretextos.

Sobre este tema, el internacionalista Farid Kahhat ha indicado que las movilizaciones frente a embajadas en países de mayoría musulmana fueron convocadas por organizaciones salafistas, quienes jamás han ganado una elección popular en ningún país de mayoría musulmana. Sin embargo, también es necesario precisar que las protestas ante la embajada norteamericana en El Cairo convocaron a unos pocos miles de personas, en una ciudad de veinte millones de habitantes. Si el cairota promedio mostró algún grado de indignación, probablemente fue por el tráfico infernal, las colas para el pan o la inseguridad ciudadana y no por un video en You Tube. Precisamente porque los salafistas no tienen un respaldo mayoritario apelan a causas que puedan resonar entre la mayoría. De otro lado, existe un segmento de la sociedad descontenta y disponible para ser movilizado; esto es, a quienes acuden todos los días útiles de la semana a protestar frente a una embajada, porque tal vez no tengan nada mejor que hacer. Es decir, es probable que formen parte de esa significativa porción de jóvenes egipcios que ni estudian, ni trabajan. A lo cual podríamos añadir que mientras menor es el ingreso de una persona, mayor es la importancia que le concede a la religión en su vida.

Pero para que se produzcan estas violentas manifestaciones no solamente han tenido protagonismo los salafistas; también los medios de comunicación, muchos de ellos en manos de este grupo radical, como es el caso del canal de televisión Al Nas, que fue uno de los primeros en poner al aire el filme contra el profeta Mahoma, que desencadenó ataques a las embajadas estadounidenses. El medio en referencia debe su éxito a que tiene espacios reservados a telepredicadores que hipnotizan con la lectura del Corán o aplacan las dudas morales lanzando decretos islámicos sobre el divorcio y otros dilemas. Uno de los funcionarios del canal señala que su programación mantiene unas estrictas líneas rojas, agregando que rechazan la publicidad protagonizada por mujeres y cualquier tipo de música, indicando que “el profeta dijo que las canciones son pecado porque modifican la naturaleza del corazón”.

La intolerancia llega al extremo que un ministro pakistaní ha ofrecido 100 mil dólares de recompensa para la persona que asesine al productor de la película “La inocencia de los musulmanes”, el cual insulta al islam y ha provocado una ola de indignación en el mundo musulmán. Con dicho fin solicitó el apoyo de los talibanes y de la red terrorista Al Qaeda. Se sabe que la película en mención fue producida por un californiano de 55 años llamado Nakoula Basseley Nakoula, quien conjuntamente con su familia abandonó su casa ubicada en Los Ángeles – California.

El analista internacional Oscar Vidarte Arévalo ha señalado que luego de tanto tiempo de apoyo brindado a gobiernos autoritarios en Medio Oriente, y su papel frente a la independencia de Palestina, es difícil que el discurso estadounidense en favor de la democracia y la libertad sea creíble en cualquier país musulmán, más aún en naciones como Pakistán, donde además, la potencia mundial no es bien vista a raíz de los casos que han implicado la violación de su soberanía, como en el caso de la muerte de Osama Bin Laden o asesinatos selectivos llevados a cabo por drones (aviones de última generación no tripulados). Interesante es la preocupación de Estados Unidos por convencer a la población pakistaní a través de anuncios en las principales cadenas de televisión de dicho país, de su rechazo al video que sirve de excusa para las protestas. Pero no estamos ante un problema coyuntural, sino ante uno que tiene causas más profundas, lo cual requiere de un cambio en la política exterior de los Estados Unidos, más aún cuando puede ser aprovechado por grupos terroristas como Al Qaeda.

Por otro lado, el periodista Jorge Moreno Matos (Cuando ser cristianos es peligroso) señala que la ilusión que la primavera árabe hizo albergar en muchos, que pensaron que con ella llegaría una época de democratización y modernización a esa parte del mundo dominada por teocracias o regímenes autoritarios, se ha esfumado. Y las protestas nuevamente nos han devuelto a la realidad de las enormes diferencias que separan a Oriente de Occidente y, que parecen insalvables. En el mapa de la opresión y discriminación religiosa en el mundo, los países donde los cristianos son víctimas de la persecución, la violencia y el odio son legión. Hay lugares donde ser cristianos es cuestión de vida o muerte; por cuanto –por razones de intolerancia religiosa- los cristianos son perseguidos y hasta asesinados.

Así tenemos que tras la caída de Hosni Mubarak, la persecución contra estos ha llegado a un punto en que, de quemar iglesias y asesinarlos en las calles por turbas descontroladas, ha pasado a su persecución casi oficial. Además, están condenados a desempeñar trabajos de baja categoría y la ley no permite que un no musulmán tenga autoridad sobre un musulmán. Así, se los condena a realizar trabajos que el resto rechaza y están prohibidos de desempeñar una función pública.

A la fecha, más de cien mil cristianos coptos han presentado solicitudes de emigración a Estados Unidos y los países escandinavos, ante el temor de que la furia de estos radicales se vuelque contra ellos. En Siria la situación no es nada diferente; mientras el país se desangra en una guerra civil que parece no tener un fin próximo, los cristianos saben que una eventual caída de Bashar Al Asad comprometería su seguridad. Los cristianos en Siria representan el 10% de la población y hasta ahora se han mantenido fieles a Al Asad, quien los protegió durante décadas. Ahora, donde los rebeldes sirios se han hecho fuertes, los cristianos huyen por miles.

En Mali, antigua colonia francesa, tras el golpe de Estado en marzo de 2012 y el triunfo de la rebelión tuareg en el norte del país, que llevó a la proclamación de un estado islamista de raíces salafistas, que sumió todavía más en el caos al país, casi 200 mil cristianos se han visto obligados a huir hacia países vecinos, debido a la implantación y aplicación de la sharia (ley islámica) contra ellos.

Otro país africano que se ha ganado a pulso su título de lugar peligroso para los cristianos es Nigeria. Ahí los ataques contra templos y personas tienen nombre propio: Boko Haram, que en la lengua nativa significa “la educación occidental es pecado”. Es un grupo fundamentalista que busca implantar la rígida ley islámica en toda Nigeria. Hasta ahora han logrado hacer huir a los cristianos del norte del país y dominan 12 de los 36 estados. Sus atentados terroristas han costado la vida de más de mil cristianos hasta la fecha.

Boko Haram es una organización fundamentalista islámica que ha desatado una sangrienta cacería de cristianos en el norte de Nigeria, según el periodista Roger Zuzunaga Ruiz (Cristianos se arman en Nigeria). Es por esta razón que los líderes cristianos han anunciado que para defenderse de los ataques harán uso de su propio cuerpo de seguridad. En ese sentido, el arzobispo de Abuja, monseñor John Onaiyekan, dijo que quienes forman parte de Boko Haram se dejan dominar por el espíritu del mal; agregando que vigilarán la seguridad alrededor de los cristianos, en sus casas, en sus trabajos y en los lugares de culto.

De manera sistemática, templos religiosos, aldeas y hasta mercados son atacados por hombres armados o son blancos de atentados con bombas. El enfoque de Boko Haram es una mala interpretación del Corán, sumado al hecho de que está azuzado por intereses políticos. Por lo tanto, el Gobierno nigeriano tendrá que tomar medidas para pacificar a esta gente violentista y, lo mismo, deberían hacer los líderes religiosos.

Pero si hay un lugar en el mundo donde ser cristiano es verdaderamente peligroso, eses es Myanmar, la antigua Birmania. Un país donde el budismo se ha convertido en una señal de identidad nacional y está presente en todos los aspectos de la vida del país. Ahí ser cristiano es poco menos que una anomalía y como tal tiene que ser extirpada y, de eso se encargan los propios monjes budistas o el Ejército, de la forma más violenta e intolerante, indica el periodista Jorge Moreno matos.

En una reciente entrevista, Damin Husein Awad, Presidente de la Asociación Islámica del Perú, señaló que: “el Islam llama a proteger a toda la gente que está con problemas; a cuidarla, no ha dañarla. Las manifestaciones pacíficas son lo más aconsejable ante cualquier hecho que consideremos que nos ha ofendido. Pero atacar y ser agresivos es repudiado y no lo aceptamos en el islam…”.

¿Quién fue Mahoma?

Sobre este tema también ha escrito Jorge Moreno Matos, quien señala que no existe fecha exacta sobre el nacimiento de este profeta, pero se sabe que nació en torno al año 570 o 571 en La Meca. Quedó huérfano desde pequeño por lo que tuvo que ser criado por sus abuelos y luego por su tío Abu Talib, un comerciante a quien acompañó durante sus viajes a lo largo de muchos años en la famosa ruta de la seda y las especias. Cuando cumplió 25 años se casó con una viuda rica llamada Khadiya, la que le aseguró no solo estabilidad económica, sino también valiosas alianzas tribales y el apoyo político que más tarde le serían muy útiles. Luego se retira hacia el monte Hira con la finalidad de meditar, indicando que el arcángel Gabriel le anunció que ha sido elegido profeta de Dios, lo que transmite a sus familiares y amigos y luego predica en las calles de La Meca, enfrentándose a la rica y poderosa plutocracia sacerdotal de su ciudad natal.

Es por esta razón que Mahoma y sus seguidores son perseguidos y boicoteados comercialmente, lo que le obliga a huir en el año 632, falleciendo diez años después, imponiéndose una nueva religión y convirtiéndose en el jefe político del centro y oeste de Arabia; predominando el islam en Egipto, Palestina, Siria, Mesopotamia, Pakistán, Afganistán, el subcontinente indio y España, en donde se quedaron ocho siglos.

Para Carlos Carcelén, profesor de Historia de las Religiones en la Universidad de San Marcos, la expansión del islam obedece a razones más económicas que políticas, por cuanto el comercio es un elemento central de la unificación que lleva a cabo el islam. En una sociedad tradicional como la árabe, Mahoma tiene una ventaja: es un profeta pero al mismo tiempo es un líder que, gracias al comercio, permite la articulación de las relaciones económicas, políticas y culturales de muchas tribus. Gracias a su condición de comerciante y a su actividad comercial tiene contactos con muchas tribus en distintos lugares de Arabia, lo que le confiere una legitimidad como líder religioso, político y económico y, a diferencia de Jesús, él no se declara hijo de Dios.

Por otro lado, la expansión del islam obedeció a la inexistencia, en su época de aparición, de grandes imperios que lo frenaran. Y se expande, precisamente, donde las rutas comerciales árabes se han expandido. Carcelén señala que Mahoma no es Dios, no tiene la caracterización divina de otros profetas. Pero con el paso del tiempo, una lectura fundamentalista y muy dogmática del Corán, el libro sagrado musulmán, Mahoma termina caso divinizado.

Juzgado por blasfemia:

El jeque Abu Islam es el primer musulmán egipcio juzgado por blasfemia, un delito de cárcel que durante décadas padeció la minoría cristiana. El predicador, propietario de dos canales de televisión por satélite, cruzó la línea roja el pasado 11 de setiembre cuando se abrió paso entre la multitud congregada frente a la embajada estadounidense de El Cairo, trepó a una farola cercana y lanzó un sermón agitando en el aire dos ejemplares de la Biblia. El clérigo aprovechó la cólera que desató en el mundo musulmán la sátira cinematográfica sobre Mahoma para despedazar y quemar la Biblia en inglés. El periodista, de 50 años, se enfrenta en un tribunal de El Cairo contra varias denuncias por insultar la fe que profesa un 10% de los egipcios.

 

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