Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la pobreza monetaria se redujo en el Perú a 23,9% durante el 2013, pero no todas las zonas del país reportaron el mismo resultado. En ocho de las 24 regiones el nivel de personas en situación de pobreza se incrementó en lugar de reducirse. De acuerdo con el Informe Técnico Evolución de la Pobreza Monetaria 2009-2013, los mayores bolsones de pobreza en el país se ubican en Cajamarca, Ayacucho y Amazonas. Por otro lado, Pasco fue, por segundo año consecutivo, la región con el mayor incremento de la pobreza; seguido por Amazonas que ha experimentado un alza de 2,8%; luego están Madre de Dios y Tumbes. En tanto, la pobreza creció en menor proporción en regiones como San Martín, Piura, Ucayali y Tacna.
En el 2012 solo se reportó aumento en el número de personas pobres en las regiones de Ancash, Arequipa, La Libertad y Pasco. Sin embargo, Cajamarca pasó a ser la región más pobre del Perú, ya que el 52,2% de su población gana menos de 292 soles mensuales. Es decir, Cajamarca “está sentada en un banco de oro, pero aún persiste la pobreza”.
De acuerdo con los datos del INEI el año pasado se observó una mayor incidencia en el descenso de la pobreza en las zonas rurales, donde disminuyó en cinco puntos porcentuales al pasar de 53% en el 2012 a 48% en el 2013, implicando que 413 mil personas residentes en esta zona dejaron la pobreza el año pasado. Aún así, en términos generales, la pobreza afecta hoy al 23,9% de la población nacional.
En opinión de Juan Mendoza, director de la maestría de Economía de la Universidad del Pacífico, si bien los programas sociales pueden generar impactos en la reducción de la pobreza, por el momento son menores. El académico ha señalado que han efectuado un cálculo que muestra que entre el 80% y 85% de la caída de la pobreza registrada en los últimos 10 años responde al incremento del ingreso per cápita en el país y no a las transferencias de los programas sociales. En ese sentido, sería interesante que el INEI presente un anexo técnico donde calcule el real impacto de todos los programas sociales sobre la reducción de la pobreza.
Para Rubén Guevara, profesor de Centrum Católica, no hay duda de que las transferencias públicas hacia la población más pobre tienen una incidencia positiva en su capacidad de gasto. Sin embargo, sostiene que el incremento del 6% en los gastos de la población más pobre ha sido más bien impulsada por la actividad económica en general, la cual ha incidido significativamente en la reducción de la pobreza.
En opinión de Fernando Eguren, presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales, si bien hay varios factores, como el crecimiento de la economía, que impactan en todo el país, incluidas las zonas rurales, no se debe olvidar que en estas áreas, si bien la actividad principal es la agricultura, hay otras ocupaciones económicas que impactan, entre ellas, algunas de origen ilegal. En ese sentido, muchos especialistas advierten que la economía ilegal crece incluso a tasas más altas que la economía legal, por lo que no debe extrañar que impacten también en los ingresos de las familias rurales.
Desnutrición infantil:
La reducción de la desnutrición crónica infantil ha empezado a estancarse en nuestro país; pues en dos años y nueve meses del actual gobierno, el porcentaje de niños desnutridos menores de cinco años solo disminuyó dos puntos, esto es, del 19.5% a 17.5%, según estadísticas del INEI. Por otro lado, un informe internacional de la UNICEF destacó el éxito de los programas de nutrición puestos en marcha en el Perú, resaltando que nuestro país redujo la desnutrición crónica infantil del 30% al 20%, entre el 2004 y el 2011.
En los años recientes la reducción de la desnutrición crónica infantil sufrió un estancamiento, situación que preocupa más en las zonas rurales, donde incluso hubo un ligero incremento de menores malnutridos entre el 2012 y el 2013. Por el contrario, países como Etiopía, Haití, India y Nepal han avanzado en la solución de este problema.
El actual gobierno no ha podido evitar que en el período 2012 – 2013 se incrementara la desnutrición crónica infantil en Arequipa, Cajamarca, La Libertad, Lambayeque, Pasco y Piura; esto según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar.
Para la viceministra de Políticas y Evaluación Social del MIDIS, esta desaceleración se debe a que existe un núcleo de pobreza que el Estado aún no puede ayudar, entre ellos tenemos poblaciones en sectores alejados, con pocos servicios de salud y sin acceso a agua potable. En ese sentido el MIDIS tiene seis programas específicos para combatir la desnutrición crónica infantil y, para ello, es necesario conseguir el aseguramiento universal de niños en el Seguro Integral de Salud, extender la provisión de multinutrientes y micronutrientes a madres de familia y crear un fondo de cien millones de soles para premiar a los gobiernos regionales que más disminuyan la desnutrición infantil.
La lentitud en la reducción de la desnutrición crónica infantil no tiene que ver con la falta de presupuesto, por cuanto el Estado ha incrementado el fondo orientado a la nutrición infantil; dinero que se destinó principalmente a los programas sociales de loa ministerios de Desarrollo Social, Salud y Vivienda. Lo que hay que hacer ahora es mejorar la gestión con la contratación de personal en las zonas más alejadas del país, para que pongan en marcha estas políticas sociales que permitan la reducción de la desnutrición crónica infantil.
El sociólogo Luis Manrique ha indicado que en Chile, Brasil y México se aplicaron políticas destinadas a identificar qué sectores son los más vulnerables y reforzar la alimentación de niños menos de tres años.
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