PLANEAN IMPONER CUOTAS DE CONTENIDO EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN

En medio del ruido de la crisis política y el azote de la naturaleza, existe un proyecto de ley que continúa su curso en el Congreso de la República y que ha pasado totalmente desapercibido. La iniciativa presentada por el legislador Álex Flores (Perú Libre) el pasado mes de mayo y que este mes ha sido aprobada en la Comisión de Cultura, por lo cual, sumado al visto bueno que había recibido de la Comisión de Transportes y Comunicaciones el último noviembre, ya tiene las puertas abiertas para ser revisada en el pleno.

La propuesta en cuestión merece mucha más atención de la que ha venido recibiendo, ya que confirma la tendencia de la actual representación nacional de impulsar cambios legales que afectarán el libre trabajo de los medios de comunicación. Esta vez, con la excusa de promover la cultura peruana, un fin a todas luces loable, pero que se busca conseguir en detrimento de la libertad de la que gozan los medios radiales y televisivos para elegir sus contenidos y bajo amenaza de que la licencia que les permite operar sea revocada.

El proyecto y los dictámenes elaborados buscan modificar dos leyes que ya fijan porcentajes mínimos de producción nacional y difusión de contenido cultural en las empresas de radiodifusión (es decir, en las radios y televisión) públicas y privadas.

La primera de ellas, la Ley del Artista Intérprete y Ejecutante, establece actualmente que “las empresas de radiodifusión de señal abierta deberán destinar no menos del 10% de su programación diaria a la difusión del folclor, música nacional y series o programas relacionados con la historia, literatura, cultura o realidad nacional peruana”. Mientras que la segunda, la Ley de Radio y Televisión, estipula que estas empresas “deberán establecer una producción nacional (no necesariamente de temas culturales) mínima del 30% de su programación en promedio semanal”.

El Congreso busca elevar el porcentaje de la programación destinada a la difusión de contenido cultural del 10% actual al 30% (en el caso de la Comisión de Cultura) y al 40% (en el de Transportes); dicho porcentaje debe ser, además, de producción nacional y cubrirse todos los días y ya no durante la semana. Además, que esté reservado a la “música nacional emergente” (que ni en los dictámenes ni en el proyecto original se precisa a lo que se refiere); y que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) otorgue o renueve licencias solamente a aquellas empresas que acrediten que cumplen dichas disposiciones.

Se trata de cambios legales que afectarían no solo la libertad de las estaciones de radio y televisión de elegir su programación diaria, sino que, además, le darían al gobierno de turno una herramienta con la que hoy no cuentan para revocarles o denegarles la licencia a estos medios.

Por todo lo anteriormente expuesto, la Sociedad Nacional de Radio y Televisión ha calificado la  iniciativa como que “pretende consumar el control de los medios de comunicación mediante la imposición de cuotas de contenido” y cuyo “objetivo real es promover la suspensión y/o cancelación de las autorizaciones de las empresas de radiodifusión”.

Ahora, teniendo en cuenta la necesidad de promover la cultura nacional y de apoyar a quienes trabajan en este rubro sin el pretexto del golpe que significó para ellos la pandemia del COVID-19, el Congreso viene cocinando otro proyecto más contra los medios. El país tiene que tomar nota de estos intentos poco desembozados por afectar a quienes justamente vienen informando sobre las trapacerías y frivolidades de los parlamentarios.

 

Fuente: El Comercio

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